Serenísima: me hacen ver lo que no es ¡qué abatimiento!
Respuesta de Jili Poleli
Para abatimiento el mío... y hasta la coronilla estoy de oír la palabra super. Me he querido tomar una semana sabática y el resultado ha sido que no he tenido un día en que algo no me haya trastornado.
La traca final ha sido que cuando me he querido serenar para atender tu consulta, en la tele una señora dirigía estos piropos a otra: perra, descarada, borracha, drogadicta.
Una amiga ha tenido unos días eufóricos por un corte de coleta; mi preocupación por ella es que no encuentre pronto a quien transferir el odio. No sé que lo podrá pasar. Alguien debería crear una App, HateCareodría llamarse, y que ayudase a canalizar los odios al igual que las competiciones y concursos canalizan otras pulsiones.
Tuve un encuentro con amistades en un bar de lujo, me emperifollé adecuadamente para la ocasión y una vez ya reunidos y en animada conversación, aparecieron en el bar dos sujetos que me espantaron por su apariencia. El peor saludó a una de nuestra mesa; cuando ya no podían oírme le pregunté a la saludada ¿qué pinta aquí este que parece un pordiosero?. Su respuesta me descolocó "es un trader, ahora está con lo de los activos digitales únicos, NFTs en inglés, gana un dineral; su ropa la recibe de Milán, de casas que trabajan la línea Homeless; quien le acompaña es Normcore radical. ¿No trabaja de cocinero el pordiosero? pregunta Kep Lumón. Sí, le encanta cortar tomates, es como un vicio para él; lo aprendió durante su año de pobre en Mykonos, hizo de todo para vivir. Yo nunca haría algo asi, dije, ir al extranjero y tener que hacer de todo para vivir. No necesitas viajar, me replicó Kep Lumón, para ser pobre y hacer de todo, aunque muy diferente es "ser" que "hacer de". Nos pilla muy lejos todo esto. Nos toca quedarnos con "ser".
Yendo a tu consulta, creo que te tendrías que hacer el planteamiento a la inversa ¿cuándo te hacen ver lo que es?, ni las buenas intenciones implican que así sea. Lo que de verdad importa es saber jugar las cartas que se tienen. ¿Qué importan las jugadas que hagas si no resultan a tu favor?. Para haber desencanto tiene que haber habido encanto, es decir, haber creído erróneamente que tus expectativas se cumplían. El error está en las expectativas. Quizás te pueda servir el saber que mis requerimientos se limitan, y es muchísimo, a esperar que las personas sepan estar en su sitio, sepan reír y, si es el caso, que sean frescas. Mayor estupidez que las tonterías es el tomarlas en serio, discutirlas y sufrirlas.
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