Serenísima: horas paso en el bar, siendo incapaz de irme
Respuesta de Jili Poleli
Mi diagnóstico es que sufres el Síndrome Foking Gallina. Este síndrome es consecuencia, al tiempo que lo realimenta, de un chafarderismo exacerbado. La víctima del síndrome se convierte en un controlador de los movimientos ajenos y así se pasa la vida llevando la cuenta de lo que hacen los demás. En tu caso, según dices, el síndrome te impide irte del bar y esto es porque sabes, por ejemplo, que en diez minutos pasará Rarra con su perrita y quieres ver si hoy va o no con Juankia y así sucesivamente. El Foking Gallina suele buscar posiciones estratégicas y altas que le permitan controlar amplios espacios y ver venir de lejos a los chafardeados. De este hecho viene el símil con la gallina subida a un palo. El síndrome va acompañado de critiqueo y chismorreo y también del desarrollo de inquinas, incluso a desconocidos; ya que el Foking Gallina se erige en juez que bendice y maldice, no duda en mirar descaradamente como un foco para hacer patente su desagrado. Mi experiencia me dice que el síndrome es incurable y si te resulta insatisfactorio creo que lo único práctico que puedes hacer es tratar de mitigarlo y buscarte otros entretenimientos, seguir los chafardeos televisivos, por ejemplo.
Para que nos ilustre sobre el tema de manera más amplia, he pedido explicación al Teórico del Foco del CoSa, lo que nos dice:
Un teatro lleno me sirve como metáfora para exponer mi teoría. El Foco se centra en tres lugares, el resto del teatro podemos decir, al efecto de la teoría, que no existe. Tenemos el palco central en donde están los considerados importantes, palco cuyo carisma centra en él el foco. Del público enfocamos a los conocidos, movidos por el chaferderismo, y también a quienes por algún motivo nos llaman la atención, uno que está muy bueno, por ejemplo; el resto de asistentes es invisible, está, pero no es observado. El escenario narra un guión, dice que es cierto y que no, muestra unos hechos y unos personajes a los que califica y descalifica y les concede tal o cual importancia; sólo cobra existencia lo que aparece en el escenario y pasa al olvido cuando de él desaparece.
